jueves, 21 de mayo de 2015

Comunicado frente a la asamblea universitaria

Ante una nueva sesión especial de la Asamblea Universitaria a los fines de elegir Rector y Vicerrector de la Universidad Nacional de Rosario para el período 2015/2019 desde nuestro espacio nos resulta fundamental dejar asentado nuestro posicionamiento político.
Haciendo un breve desarrollo histórico de los dos modelos de universidad que el movimiento estudiantil desde el retorno de la democracia le tocó atravesar, podemos afirmar que nuestro contexto nos permite posicionarnos desde un lugar privilegiado. Durante los ’90 las políticas universitarias del modelo de estado neoliberal apagaron la academia, paralizaron el desarrollo científico técnico, eliminaron del presupuesto las obras edilicias, frenaron la inversión y desconocieron las políticas dirigidas al bien estar estudiantil. Por aquel entonces, en la universidad ya encontrábamos las expresiones históricas de la izquierda en la “lucha” y los espacios  reformistas en la “gestión” de la UNR.
 Por el contrario, actualmente encontramos una situación que se ha revertido de manera absolutamente significativa. La decisión estratégica y política de reconocer a la Universidad Pública como aliada fundamental para evaluar, facilitar y fortalecer un Estado Nacional que desde el 2003 se propuso recuperar su rol insustituible de promover la ampliación de derechos, la recuperación y el desarrollo nacional ha generado un aumento presupuestario de más del 400% en el presupuesto para la educación superior representante del del 6% del PBI nacional, cifra que año a año se incrementa y hoy en día es la más alta de toda nuestra historia.
Este crecimiento de la inversión del Estado en la educación superior permitió aumentar las transferencias a las universidades nacionales entre las que se encuentra la Universidad Nacional de Rosario (creció en un 800% la inversión en becas estudiantiles) y generó la creación de más de 20 nuevas universidades nacionales, que entre ellas son: La Universidad Nacional de Rafaela, La Universidad Nacional de Avellaneda, La Universidad Nacional de José C. Paz, La Universidad Nacional Arturo Jauretche, La Universidad Nacional de Moreno, La Universidad Nacional de Tierra del Fuego, La Universidad Nacional de Villa Mercedes, La Universidad Nacional del Chaco Austral, La Universidad Nacional de Río Negro, La Universidad Nacional del Oeste.

Este bienestar se manifiesta en nuestra Universidad Nacional de Rosario a través de 13 tipos de becas estudiantiles distintas:
-Beca de Transporte Urbano, Beca de Transporte Interurbano, Beca de Bicicletas, Beca de Material de Estudio, Becas de Ayudante alumno, Beca de investigación, Beca de Discapacidad, Beca de Alimento, Beca de Madres Solas, Becas para estudiantes de Pueblos Originarios, Becas de Residencia, Becas de Apoyo Académico, Becas de Viajes e Intercambio.
A su vez los estudiantes, también contamos con 3 tipos de programas a nivel nacional: PNBU, el PNBB y el PRO.GRE.SAR que hoy alcanza a 600 mil estudiantes y agrega mayor capacidad de acceso al mismo a medida que se profundiza el programa con el objetivo de universalizarlo.
En materia edilicia y académica de la UNR podemos identificar obras que se han concretado para beneficio del conjunto de la comunidad universitaria como ser: la construcción del comedor de la Siberia, el comedor en ciencias médicas(¿?), el edificio totalmente nuevo en psicología, las refacciones en los edificios de humanidades, económicas, derecho (¿No habrá más?), el laboratorio Max Planck, los Centro Preventivos Locales de Adicción, la extensión de la Facultad de Ingeniería a la ciudad de Las Parejas, el IBR/CONICET Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario, el edificio nuevo del Espacio Cultural Universitario

¿Qué es lo que nosotros entendemos como movimiento estudiantil? Que todas las conquistas en la educación pública superior y fundamentalmente aquellas vinculadas con el bien estar estudiantil y el mejoramiento de la calidad académica son producto de la voluntad política de un proyecto nacional, popular y latinoamericano que inició Néstor Kirchner en el 2003 y actualmente es encabezado por Cristina Fernández de Kirchner.  
No han sido estos logros obtenidos por los reclamos de la izquierda o por la gestión del rector de la Franja Morada; ya que en los ’90 la izquierda reclamaba y la Franja morada gestionaba pero los estudiantes no teníamos reivindicación alguna en materia de política universitaria.
Es por esto que sostenemos que es FALSA la disputa por la capitalización política de los logros de nuestra Universidad, llevado a cabo por los espacios de “izquierda” y los reformistas.
Los logros obtenidos en materia de Educación Superior durante los últimos años, se deben al incremento histórico de inversión en Universidades Nacionales por parte del Estado Nacional*

Es por ello, que frente a esta coyuntura como lo es la Asamblea Universitaria el espacio del peronismo universitario, integrado por 38 voluntades, que viene gestionado y militando mancomunadamente desde hace más de ocho años en la universidad, y junto con los compañeros y compañeras de La Cámpora definimos conjuntamente  proponer como candidato a Vicerrector al compañero Lic. Fabián Bicciré como síntesis de un espacio que año a año aumenta su capital político acompañando también la fórmula que integra junto el candidato a rector Arq. Héctor Floriani.  Es importante destacar, que por primera vez desde el retorno de la democracia el espacio nacional y popular logra arribar a una Asamblea Universitaria con tan importante capital político como lo son 38 voluntades compuestas por compañeros y compañeras docentes, graduados, autoridades y estudiantes con diferentes expresiones políticas en cada una de las unidades académicas donde elegimos dar la batalla cultural: Cs. Política, Psicología, Arquitectura, Derecho, Cs. Veterinarias, Cs. Agrarias pero todos encolumnados en un mismo proyecto nacional.
Queremos una universidad con alma argentina, que transforme nuestra Patria de asimiladora de cultura en creadora de cultura.  Es por ello que elegimos este rumbo, porque estamos convencidos que para efectivizar los principios del movimiento nacional y popular necesitamos articular desde un espacio institucional de la universidad con el gobierno nacional para garantizar la efectiva realización de nuestros derechos como estudiantes y como miembros de la comunidad mejorando la calidad académica en concordancia con un proyecto de país inclusivo. 
Por supuesto que hay luchas que debemos dar ya que si bien ponemos sobre la mesa toda la inversión en educación superior y en beneficios estudiantiles de estos últimos años;  sabemos también que es el sentido político y cultural de la Universidad  el que produce los futuros profesionales de la región, es la Universidad el que otorga el sentido de las cosas. Es por ello, que sobre ese eje nosotros estamos trabajando para construir una universidad más comprometida con su pueblo y sus demandas sociales. Debemos reconocer la importancia de planificar la educación pública universitaria teniendo en cuenta un proyecto nacional con una mirada atenta a la realidad social local y regional. Las relaciones entre la institución universitaria, la organización social y el poder político no son estáticas, homogéneas, ni mecánicas. Así, la universidad debe acompañar las prioridades y cambios de rumbo de los modelos de desarrollo en que se inscriben y es por ello que las unidades académicas de la Universidad Nacional de Rosario deben comenzar a repensarse como herramientas para el desarrollo nacional y no como entelequias.
Nuestro país necesita Universidades que impriman volumen a sus planes de estudio con dispositivos de formación social para los estudiantes, para que estos no vean a las altas casas de estudios únicamente como un medio para el desarrollo propio y personal y un tránsito necesario para obtener el “título” sino como una actora estratégica para avanzar en la construcción de una sociedad más equitativa.
Para lograr esto debemos reclamar al movimiento estudiantil que de un salto de cualitativo respecto de su praxis política en la Universidad.
Entendemos que las distintas conducciones de Centros de estudiantes, en general, no estuvieron a la altura de las circunstancias. Inmersas en una gran heterogeneidad, las conducciones de centros de estudiantes se encuadraron en la lógica exclusiva de la “gestión” de herramientas para el estudiante (fotocopias, material de estudio, organización de clases de apoyo, etcétera) generando una suerte de competencia entre las agrupaciones por buscar quien “le ofrece más al estudiante.”
Estas prácticas que han convertido a los centros de estudiantes en una extensión de la secretaría estudiantil, generaron un vaciamiento del debate político/ideológico en las aulas.
Durante estos últimos 12 años existieron hechos de trascendencia histórica para nuestro pueblo como; la estatización de las AFJP y  el 51% de las acciones de YPF; el desarrollo de una política de derechos humanos que permite llevar a cabo los juicios por delitos de lesa humanidad; la política de integración latinoamericana; las conquistas en el plano civil, como el matrimonio igualitario, la identidad de género y la muerte digna; la creación de más de 6 millones de puestos de trabajo junto con la apertura a la discusión paritaria del sueldo de los trabajadores.
Frente a estos acontecimientos, los centros de estudiantes, en general, se mantuvieron indiferentes, sin siquiera discutir el alcance estratégico de estas medidas más allá del gobierno de turno.  La lógica de “la mesita”, generó que el movimiento estudiantil no estuviera acompañando al gobierno que más esfuerzos hizo para la recuperación de la dignidad del pueblo argentino y la soberanía de nuestra nación.
Es por esto que entendemos  que la militancia estudiantil no puede enmarcarse  en una disputa “por los derechos de los estudiantes” a secas. Sino debe partir desde el reconocimiento al gobierno nacional por la inversión en educación que nos permitió obtener niveles de bienestar estudiantil nunca antes alcanzados.
En síntesis, la continuación y mejora del bienestar estudiantil no depende de una gestión eficaz ni de una predica revolucionaria sino de la profundización del modelo nacional y popular. Y esa profundización la vamos a lograr en la medida que construyamos espacios estudiantiles que convoquen y contengan a los estudiantes que no se encuentran representados por aquellos miopes que buscan excusas coyunturales para no ser parte de decisiones estratégicas.
Estos próximos cuatro años nos encontrarán en el mismo lugar que estuvimos siempre, junto a los estudiantes, representándolos, pero no aisladamente sino en concordancia con un proyecto de país.