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Cuadro Comparativo
Tabla Periódica Comparativa
miércoles, 19 de agosto de 2015
jueves, 21 de mayo de 2015
Comunicado frente a la asamblea universitaria
Ante una nueva sesión especial de la
Asamblea Universitaria a los fines de elegir Rector y Vicerrector de la
Universidad Nacional de Rosario para el período 2015/2019 desde nuestro espacio
nos resulta fundamental dejar asentado nuestro posicionamiento político.
Haciendo un breve desarrollo
histórico de los dos modelos de universidad que el movimiento estudiantil desde
el retorno de la democracia le tocó atravesar, podemos afirmar que nuestro
contexto nos permite posicionarnos desde un lugar privilegiado. Durante los ’90
las políticas universitarias del modelo de estado neoliberal apagaron la
academia, paralizaron el desarrollo científico técnico, eliminaron del
presupuesto las obras edilicias, frenaron la inversión y desconocieron las
políticas dirigidas al bien estar estudiantil. Por aquel entonces, en la
universidad ya encontrábamos las expresiones históricas de la izquierda en la
“lucha” y los espacios reformistas en la
“gestión” de la UNR.
Por el contrario, actualmente encontramos una
situación que se ha revertido de manera absolutamente significativa. La
decisión estratégica y política de reconocer a la Universidad Pública como
aliada fundamental para evaluar, facilitar y fortalecer un Estado Nacional que
desde el 2003 se propuso recuperar su rol insustituible de promover la
ampliación de derechos, la recuperación y el desarrollo nacional ha generado un
aumento presupuestario de más del 400% en el presupuesto para la educación
superior representante del del 6% del PBI nacional, cifra que año a año se incrementa
y hoy en día es la más alta de toda nuestra historia.
Este crecimiento de la inversión
del Estado en la educación superior permitió aumentar las transferencias a las universidades nacionales entre las que se
encuentra la Universidad Nacional de Rosario (creció en un 800% la inversión en
becas estudiantiles) y generó la creación
de más de 20 nuevas universidades nacionales, que entre ellas son: La
Universidad Nacional de Rafaela, La Universidad Nacional de Avellaneda, La
Universidad Nacional de José C. Paz, La Universidad Nacional Arturo Jauretche,
La Universidad Nacional de Moreno, La Universidad Nacional de Tierra del Fuego,
La Universidad Nacional de Villa Mercedes, La Universidad Nacional del Chaco
Austral, La Universidad Nacional de Río Negro, La Universidad Nacional del
Oeste.
Este bienestar se manifiesta en nuestra Universidad
Nacional de Rosario a través de 13 tipos de becas estudiantiles distintas:
-Beca de
Transporte Urbano, Beca de Transporte Interurbano, Beca de Bicicletas, Beca de
Material de Estudio, Becas de Ayudante alumno, Beca de investigación, Beca de
Discapacidad, Beca de Alimento, Beca de Madres Solas, Becas para estudiantes de
Pueblos Originarios, Becas de Residencia, Becas de Apoyo Académico, Becas de
Viajes e Intercambio.
A su vez los
estudiantes, también contamos con 3 tipos de programas a nivel nacional: PNBU,
el PNBB y el PRO.GRE.SAR que hoy alcanza a 600 mil estudiantes y agrega mayor
capacidad de acceso al mismo a medida que se profundiza el programa con el
objetivo de universalizarlo.
En
materia edilicia y académica de la UNR podemos identificar obras que se han
concretado para beneficio del conjunto de la comunidad universitaria como ser:
la construcción del comedor de la Siberia, el comedor en ciencias médicas(¿?),
el edificio totalmente nuevo en psicología, las refacciones en los edificios de
humanidades, económicas, derecho
(¿No habrá más?), el laboratorio Max Planck, los Centro Preventivos
Locales de Adicción, la extensión de la Facultad de Ingeniería a la ciudad de
Las Parejas, el IBR/CONICET Instituto de Biología
Molecular y Celular de Rosario, el edificio nuevo del Espacio Cultural
Universitario
¿Qué es lo que nosotros entendemos como movimiento
estudiantil? Que todas las conquistas en la educación pública superior y
fundamentalmente aquellas vinculadas con el bien estar estudiantil y el
mejoramiento de la calidad académica son producto de la voluntad política de un
proyecto nacional, popular y latinoamericano que inició Néstor Kirchner en el
2003 y actualmente es encabezado por Cristina Fernández de Kirchner.
No han sido estos logros obtenidos por los reclamos
de la izquierda o por la gestión del rector de la Franja Morada; ya que en los
’90 la izquierda reclamaba y la Franja morada gestionaba pero los estudiantes no teníamos reivindicación alguna en materia de
política universitaria.
Es por esto que sostenemos que es FALSA la disputa
por la capitalización política de los logros de nuestra Universidad, llevado a
cabo por los espacios de “izquierda” y los reformistas.
Los logros obtenidos en materia de Educación
Superior durante los últimos años, se deben al incremento histórico de
inversión en Universidades Nacionales por parte del Estado Nacional*
Es por ello, que frente a esta coyuntura como lo es la
Asamblea Universitaria el espacio del peronismo universitario, integrado por 38
voluntades, que viene gestionado y militando mancomunadamente desde hace más de
ocho años en la universidad, y junto con los compañeros y
compañeras de La Cámpora definimos conjuntamente proponer como candidato a Vicerrector al
compañero Lic. Fabián Bicciré como síntesis de un espacio que año a año aumenta
su capital político acompañando también la fórmula que integra junto el
candidato a rector Arq. Héctor Floriani.
Es importante destacar, que por primera vez desde el retorno de la
democracia el espacio nacional y popular logra arribar a una Asamblea
Universitaria con tan importante capital político como lo son 38 voluntades
compuestas por compañeros y compañeras docentes, graduados, autoridades y
estudiantes con diferentes expresiones políticas en cada una de las unidades
académicas donde elegimos dar la batalla cultural: Cs. Política, Psicología,
Arquitectura, Derecho, Cs. Veterinarias, Cs. Agrarias pero todos encolumnados
en un mismo proyecto nacional.
Queremos una universidad con alma
argentina, que transforme nuestra Patria de asimiladora de cultura en creadora
de cultura. Es por ello que elegimos
este rumbo, porque estamos convencidos que para efectivizar los principios del movimiento
nacional y popular necesitamos articular desde un espacio institucional de la
universidad con el gobierno nacional para garantizar la efectiva realización de
nuestros derechos como estudiantes y como miembros de la comunidad mejorando la
calidad académica en concordancia con un proyecto de país inclusivo.
Por supuesto que hay luchas que debemos dar ya que si bien ponemos sobre
la mesa toda la inversión en educación superior y en beneficios estudiantiles
de estos últimos años; sabemos también
que es el sentido político y cultural de la Universidad el que produce los futuros profesionales de
la región, es la Universidad el que otorga el sentido de las cosas. Es por
ello, que sobre ese eje nosotros estamos trabajando para construir una
universidad más comprometida con su pueblo y sus demandas sociales. Debemos
reconocer la importancia de planificar la educación pública universitaria
teniendo en cuenta un proyecto nacional con una mirada atenta a la realidad
social local y regional. Las relaciones entre la institución universitaria, la
organización social y el poder político no son estáticas, homogéneas, ni
mecánicas. Así, la universidad debe acompañar las prioridades y cambios de
rumbo de los modelos de desarrollo en que se inscriben y es por ello que las
unidades académicas de la Universidad Nacional de Rosario deben comenzar a
repensarse como herramientas para el desarrollo nacional y no como entelequias.
Nuestro país necesita Universidades que impriman volumen a sus planes de
estudio con dispositivos de formación social para los estudiantes, para que
estos no vean a las altas casas de estudios únicamente como un medio para el
desarrollo propio y personal y un tránsito necesario para obtener el “título”
sino como una actora estratégica para avanzar en la construcción de una
sociedad más equitativa.
Para lograr esto
debemos reclamar al movimiento estudiantil que de un salto de cualitativo
respecto de su praxis política en la Universidad.
Entendemos que las distintas conducciones de Centros de estudiantes, en
general, no estuvieron a la altura de las circunstancias. Inmersas en una gran
heterogeneidad, las conducciones de centros de estudiantes se encuadraron en la
lógica exclusiva de la “gestión” de herramientas para el estudiante (fotocopias,
material de estudio, organización de clases de apoyo, etcétera) generando una
suerte de competencia entre las agrupaciones por buscar quien “le ofrece más al
estudiante.”
Estas prácticas
que han convertido a los centros de estudiantes en una extensión de la
secretaría estudiantil, generaron un vaciamiento del debate político/ideológico
en las aulas.
Durante
estos últimos 12 años existieron hechos de trascendencia histórica para nuestro
pueblo como; la estatización de las AFJP y
el 51% de las acciones de YPF; el desarrollo de una política de derechos
humanos que permite llevar a cabo los juicios por delitos de lesa humanidad; la
política de integración latinoamericana; las conquistas en el plano civil, como
el matrimonio igualitario, la identidad de género y la muerte digna; la
creación de más de 6 millones de puestos de trabajo junto con la apertura a la
discusión paritaria del sueldo de los trabajadores.
Frente a
estos acontecimientos, los centros de estudiantes, en general, se mantuvieron
indiferentes, sin siquiera discutir el alcance estratégico de estas medidas más
allá del gobierno de turno. La lógica de
“la mesita”, generó que el movimiento estudiantil no estuviera acompañando al
gobierno que más esfuerzos hizo para la recuperación de la dignidad del pueblo
argentino y la soberanía de nuestra nación.
Es por esto
que entendemos que la militancia
estudiantil no puede enmarcarse en una
disputa “por los derechos de los estudiantes” a secas. Sino debe partir desde
el reconocimiento al gobierno nacional por la inversión en educación que nos
permitió obtener niveles de bienestar estudiantil nunca antes alcanzados.
En síntesis,
la continuación y mejora del bienestar estudiantil no depende de una gestión
eficaz ni de una predica revolucionaria sino de la profundización del modelo
nacional y popular. Y esa profundización la vamos a lograr en la medida que
construyamos espacios estudiantiles que convoquen y contengan a los estudiantes
que no se encuentran representados por aquellos miopes que buscan excusas
coyunturales para no ser parte de decisiones estratégicas.
Estos próximos cuatro años nos encontrarán en el mismo lugar que
estuvimos siempre, junto a los estudiantes, representándolos, pero no aisladamente
sino en concordancia con un proyecto de país.
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